Por el mundo

Herederos de una cultura que mezcla varias religiones e ideologías, los españoles han desarrollado un marcado acento hospitalario, abierto y cordial.

Desde el llamado Siglo de Oro, coincidiendo con el ascenso político del Imperio Español bajo los Reyes Católicos y los Habsburgo españoles, el arte, la tecnología, la arquitectura, la música, la literatura y la cocina españoles han sido influyentes en todo el mundo, particularmente en Europa occidental y las Américas. Como tal, España es considerada una superpotencia regional y cultural y el descubrimiento de América la mayor aventura en la historia de la humanidad.

Ciencia en hispanoamérica


Los hombres de estudio del virreinato tuvieron que lidiar con un medio alejado de los grandes centros de ciencia y cultura del mundo, con las diferencias entre las clases que formaban la sociedad novohispana, con los elementos a veces limitados de los que disponían, y con los prejuicios propios de la época. 

Las administraciones virreinal y eclesiástica promovieron las actividades científicas en América. Gran parte de esas empresas científicas incorporaron innovaciones tecnológicas en la producción minera especialmente en el método de la amalgama para la obtención de metales preciosos o en la agraria, introduciendo el cultivo de yerba mate, algodón, tabaco, desarrollando maquinaria agrícola... La orden católica permitió la incorporación de un nuevo sistema de investigación basado en la defensa del método experimental como la que se desarrollaba en la Europa Ilustrada. El reconocimiento de los recursos naturales y su divulgación a través del periodismo científico favoreció su conocimiento en la sociedad hispano americana. 


Ciencia en Filipinas 


Durante el período espanol de casi 4 siglos se fundaron escuelas, universidades y hospitales por todas las islas. La universidad fundada en Manila por los Dominicos en 1611 es la más antigua de Asia. Las expediciones científicas de la época de la ilustración supusieron un gran impulso para el desarrollo de la ciencia en Filipinas. Esa labor continuó en el siglo XIX por el Observatorio de Manila, creado por los jesuitas en 1865, donde se desarrollaron importantes trabajos , astronómicos, geológicos, magnéticos, sísmicos o metereológicos que alcanzaron renombre mundial y les mantuvieron en contacto con instituciones científicas europeas y americanas. También otras instituciones y asociaciones profesionales contribuyeron al desarrollo de estudios médicos, forestales, botánicos, de ingeniería... El comercio con China o con América  a través de el Galeón de Manila, supuso la globalización de la economía mundial y sentó las bases del capitalismo.



Expediciones científicas españolas


El número de expediciones científicas surgidas principalmente en la Era de los Descubrimientos y en el siglo XVIII con los nuevos ideales de la ilustración fue enorme. Se realizaron más de 63 expediciones durante la Ilustración, más que ninguna otra nación en el mundo.  Los reconocimientos científicos dieron lugar a exploraciones marítimas, geodésicas, astronómicas, hidrográficas y biológicas que además reforzaron el control estratégico y militar del imperio español.

El Pacífico llegó a denominarse el «lago español» por tantas expediciones españolas que lo cruzaron y exploraron. Galeones españoles surcaron las aguas del Pacífico, entre América y Filipinas con escala en Guam en las islas Marianas durante siglos y diferentes expediciones llegaron a las Carolinas y Palaos, que también formaron parte de la Capitanía General de Filipinas. 

En 1545 la expedición de Íñigo Ortiz de Retes llegó a Nueva Guinea y la bautizó con ese nombre por la similitud del aspecto de sus autóctonos con los de Guinea en África. La abundante profusión de accidentes geográficos (cabos, golfos, ríos, etc.) y la presencia de algún asentamiento revela a la historiografía británica que como en el caso de la exploración de Australia, parece obviar todo lo que puede más de un siglo y medio de exploraciones y navegaciones hispanas por la isla de Nueva Guinea.  

Las rutas se mantuvieron en secreto para proteger el monopolio comercial español contra poderes en competencia. Hawái mantuvo así su independencia, a pesar de estar en una ruta marítima de este a oeste entre naciones que eran súbditas del Virreinato de Nueva España, un imperio que ejercía jurisdicción sobre muchas civilizaciones y reinos súbditos a ambos lados del Pacífico. Con el saqueo de la ciudad de Manila en 1762, los ingleses toman la mayor parte de los fondos documentales de la ciudad.  Manila era el centro documental y cartográfico más importante del Pacífico. Este acto de espionaje fue también de destrucción y supuso la eliminación del enorme registro cultural que existía, incluso el diplomático. Algunas obras maestras de la cultura española y universal desaparecen.

También abarcó Ternate y Tidore, el norte de la isla de Taiwán, Borneo, un protectorado sobre Camboya y los derechos de asentamientos en territorios del imperio portugués. Una vez descubiertos nuevos territorios, los esfuerzos hispanos de cristianización y colonización se dieron por primera vez en Guam seguido por las Marianas, Palaos y Yap, para intentarlo finalmente en las islas Carolinas Orientales. Se incorporaron al Imperio Español decenas de islas y atolones. Entre otros, los actuales territorios de Micronesia, las Islas Marshall, Melanesia, Polinesia y también parte de Kiribati. lo que unido al dominio de la mayor parte del continente americano convirtió a España en la principal potencia del Pacífico durante siglos. 


Tras las guerras de independencia la actividad expedicionaria se centró en Marruecos, Guinea Ecuatorial y el Sáhara Occidental. Actualmente esta labor se lleva a cabo en la Antártida. 


Primera moneda mundial


El real de a 8 o dólar español fue una moneda de plata con valor de ocho reales acuñada por la Monarquía católica después de la reforma monetaria de 1497 que estableció el real español. La invención de la amalgama de plata en forma de proceso de patio por parte de Bartolomé de Medina y la expansión de la producción de mercurio para su extracción puso fin a la crisis de la producción de plata. Debido a que el dólar español se usaba ampliamente en Europa, América y el Lejano Oriente, se convirtió en la primera moneda mundial desde el siglo XVI hasta el XIX. Inglaterra atravesaba serios apuros y tuvo que recurrir a la utilización de fichas (tokens) para evitar su quiebra económica. Su escasez de moneda llegaba a tal extremo que tuvo que recurrir al resello de piezas españolas para paliar esta escasez. Esta dependencia inglesa de la marcha económica que dictaba España y la necesidad de adquisición de reales de a ocho para realizar los pagos de las importaciones de China, llevó al gobierno inglés a consentir, e incluso a fomentar, la falsificación de piezas españolas de ocho reales, llegando a producirse anualmente varios millones de piezas.

Fue la primera moneda de curso legal en los Estados Unidos hasta que una ley de 1857 desautorizó su uso. Muchas monedas actuales tomaron sus respectivas denominaciones del real de a 8, tales como el dólar, el yuan o el peso. El comercio español con China, utilizando como base a las Filipinas, hizo que el real de a 8 se difundiera también en el Sudeste asiático. En una época donde el valor de la moneda estaba determinado por su contenido intrínseco de plata u oro, la fineza del real de a 8 hizo que esta pieza se tornara extraoficialmente en la moneda de cambio para el comercio internacional sostenido en Asia Oriental. La llegada de comerciantes estadounidenses a China a fines del siglo XVIII impulsó más el uso del Spanish dollar, como se denominaba en inglés al real de a 8.




Universidades españolas


En la península ibérica se fundaron 9 universidades durante el medievo (antes de 1475) ampliándose a 32 universidades en torno a 1625. Se fundaron 27 universidades a lo largo de las tres Américas, en el lapso de casi tres siglos, más 2 en Filipinas.

La célebre Universidad de Salamanca, fundada en 1218, fue la primera institución educativa europea en obtener el título propiamente de Universidad, la primera en toda Europa en ofrecer estudios en medicina, y donde se sentaron las bases del derecho moderno, el derecho internacional y la economía moderna.  El auge de la Universidad se debió en buena medida a la conquista de América por parte de España y a la construcción del estado centralizado por los Reyes Católicos, lo que requería burócratas, funcionarios y juristas que la Universidad de Salamanca podía ofrecer gracias a su especialización en estudios jurídicos.

También tuvo Salamanca en esa época las que probablemente fueron las primeras alumnas universitarias del mundo: Beatriz Galindo y Lucía de Medrano. Medrano fue la primera mujer que dio clases en una Universidad. 

La Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca es la biblioteca más antigua de España y de Europa, fundada en 1254​ por Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y León. 

El claustro de la Universidad discutió sobre la viabilidad del proyecto de Cristóbal Colón y las consecuencias que traían sus afirmaciones. Una vez descubierta América, se discutió sobre el derecho de los indígenas a ser reconocidos con plenitud de derechos, algo revolucionario para la época.

El modelo de universidad español comenzó a difundirse durante el siglo XVI a los territorios españoles en América y Asia, donde fueron muy importantes para el desarrollo intelectual y científico de las colonias. Una ley obligaba a abrir escuelas en todos los pueblos, reducciones y encomiendas donde hubiese indios. 

En el periodo novohispano España tenía más universidades que el resto de Europa: de las que se fundaron en hispanoamérica salieron 150.000 licenciados, por supuesto, de todas las razas y condición. Para hacernos una idea, mientras Harvard tenía 4000 libros, la universidad de San Marcos, en Lima, contaba con 400.000. En México, en el siglo XVI, las clases se daban en castellano, latín y náhuatl. En el siglo XVIII Méjico llegó a un grado cultural comparable al de los países más civilizados de Europa.

Una diferencia esencial con otras colonizaciones es que España concibió un sistema educacional pensado también para la población autóctona incluyendo la creación de cátedras de lenguas indígenas. 

Entre todas las enseñanzas pioneras que se impartieron en esas universidades destacó la medicina. El resultado fue que entre 1500 y 1550 se crearon 25 grandes hospitales, y muchos más pequeños. Tan solo en el siglo XVI se levantaron 210 instituciones hospitalarias en Nueva España. El resultado es que España creó más bienes culturales reconocidos como Patrimonio de la Humanidad, más ciencia y desarrollo económico y social en su imperio que ningún otro país europeo de las edades moderna y contemporánea.


Industria y tecnología en los virreinatos


América alcanzó un alto grado de progreso industrial durante la época virreinal y llegó a bastarse a sí misma como consecuencia del monopolio español.  El monopolio fue creado por causas militares principalmente. La piratería en esos mares infestados de bucaneros ingleses y holandeses, obligaba a la navegación en convoy como único medio de mantener una comunicación entre las distintas partes del imperio español. Ya de por sí la reducción del comercio hispanoamericano a una flota anual de galeones aminoró extraordinariamente la dependencia hacia España de la economía americana. El contrabando de extranjeros  mermó la economia de los puertos  en donde había libertad para comerciar debido a que el trueque provocó que no hubiese industrias a causa de la fácil introducción de los productos europeos. Sin embargo, la zona monopolizada fue muy rica y llegó a gozar de un alto bienestar.  En el siglo XVIII la creación de compañías privilegiadas por los gobiernos ilustrados para animar el comercio colonial sin necesidad de partir de Cádiz provocó el renacimiento de las manufacturas españolas.

La producción artesana no cubría toda la demanda urbana y minera. Por eso desde el siglo XVI se desarrollaron los obrajes textiles, que requerían una inversión de capital mayor que los talleres artesanales y orientaban su producción a mercados más grandes. Durante el siglo XVIII la producción minera representaba aproximádamente una décima parte de la riqueza que se generaba en la Nueva España, lo cual nos habla de una economía equilibrada en donde el proteccionismo favoreció el desarrollo de la industria con una cuarta parte de la producción total.  Paraguay y Corrientes, el Guayaquil y la Habana eran famosos por sus astilleros, donde se construían hasta navíos de ultramar. En agricultura: Tucumán producía en abundancia algodones y arroz. La industria vitivinícola fue muy próspera en Río de la Plata y fue propagandose hasta California. La Rioja, Catamarca y Salta aceites de oliva de gran calidad e importante cantidad. Cereales y productos de la huerta abundaban en todas las ciudades. En Buenos Aires prosperaba la industria de la salazón de carnes. Los primeros intentos en la producción de azúcar para el consumo europeo se forjaron en los territorios colonizados por la Corona española en el siglo XVI, especialmente en las islas de La Española y Puerto Rico. En 1568, entre estas dos islas se establecieron 46 ingenios.  A la llegada de los españoles a Cuba, la planta de tabaco se extiende por el mundo. En la primera mitad del siglo XVIII la corona española poseedora hasta entonces del monopolio del tabaco, materializándolo en la Real Fábrica de Puros y Cigarros de México, lo extiende a Cuba y cede la explotación a la compañía de la Habana. A diferencia de otras naciones europeas, el tabaco era cultivado exclusivamente por hombres libres, lo cual fue posible gracias a los inmigrantes españoles que dieron origen al campesinado cubano.

Por otro lado, los españoles llevaron consigo a América animales tan útiles como los caballos, los burros, y demás ganado como las vacas castellanas, los bueyes, las ovejas y animales de granja como los cerdos, las gallinas, los conejos. También llevaron algunos árboles frutales, la cebada, la avena, el centeno y el trigo de la península ibérica y la caña de azúcar de las islas Canarias o Madeira, que tanto éxito tuvo en el Caribe, o el mismísimo café de las colonias portuguesas de África. 

En 1792 se fundó el Real Seminario de Minería. Este hecho fue de suma importancia en la historia de la tecnología y la ciencia mexicana por dos razones. La primera fue que se impartieron los temas que la metalurgia requería, tales como cursos de química, geología, mineralogía, pirotecnia, topología y labor de minas. La segunda fue que se introdujo formalmente a la enseñanza superior el estudio de disciplinas abstractas y modernas, como el cálculo diferencial e integral, la geometría analítica y el álgebra, la hidrodinámica, la electricidad, la óptica y la astronomía.  También trajo consigo la formación de importantes laboratorios de física y química. Además, la física estudiada y practicada en el Colegio de Minería ya abarcaba los aspectos existentes de la física moderna. El seminario tuvo entre sus maestros a destacados científicos españoles, como Andrés Manuel del Río, Federico Sonneschmidt, Luis Lindner y Fausto de Elhuyar. 

En el siglo XVlll, hubo mucho interés por la forma de aplicar la química a las cuestiones prácticas de la vida. Así, fueron de gran relevancia la metalurgia y la farmacia, que podían llevar la química a la industria y mejorar la fabricación de productos como el jabón, el vidrio, la pólvora, así como mejorar los métodos para tareas tales como la conservación de alimentos. También comenzaron a realizarse estudios modernos acerca de las cualidades de las sustancias, sus afinidades y cualidades, alcanzando a finales del siglo una "revolución química".

La cartografía, contó en el siglo XVIII con numerosos exponentes. El papel de los jesuitas es destacado porque la orden contó con un enorme cúmulo de informes de los misioneros, útiles tanto para el conocimiento geográfico, como para la labor evangelizadora. Entre estos hombres destacaron: Consag, Nentwig, Linck, Venegas y Kino. Este último elaboró más de treinta mapas, participó en más de 40 expediciones por la Baja California, Sonora, Sinaloa y Arizona, y demostró que Baja California era una península, no una isla como hasta entonces se pensó. 

El ingreso promedio durante el siglo XVIII en Nueva España era cuatro veces el ingreso europeo y  las ciudades de Nueva España eran más ricas que muchas ciudades europeas. En Río de la Plata la Renta per Cápita en el año 1800 era la más alta del mundo. Sin embargo, resulta extraño que en la historiografía oficial se considere hegemónicamente a la España de este siglo como una potencia de segundo orden, cuando en la segunda mitad alcanzó su cénit como Imperio y dominaba el tráfico comercial marítimo, mientras los Imperios Británico y Francés, todavía eran muy incipientes. 

La Capitanía General de Filipinas fue gobernada por el Virreinato de Nueva España hasta la Independencia de México en 1821, con el que rompió todo contacto. Debido a esto, el gobierno de la Capitanía pasó a ser administrado por el Gobierno de Madrid. Durante este periodo se fundaron numerosas ciudades y se creó infraestructura, introduciéndose varios cultivos y ganados. El comerció floreció fuertemente y los misioneros españoles cristianizaron a la mayoría de la población y fundaron escuelas, universidades y hospitales por todas las islas.  Una gran parte de los proyectos de infraestructura se llevaron a cabo durante el siglo XIX que puso a la economía filipina y nivel de vida por delante de la mayoría de sus vecinos asiáticos y de algunos países europeos. Entre ellos había un sistema ferroviario de Luzón, una red de tranvía de Manila, y el Puente Colgante (reemplazado por el Puente Quezon). El 1 de agosto de 1851 el Banco Español-Filipino de Isabel II se creó para atender las necesidades del crecimiento económico rápido, que había aumentado considerablemente su ritmo desde 1840 como resultado de una nueva economía basada en la explotación racional de los recursos agrícolas de las islas. El aumento de los cultivos de fibras textiles como abacá, productos derivados del petróleo y del coco, el añil, que estaba creciendo en demanda, etc, generó un aumento de la oferta monetaria que condujo a la creación de el Banco Español-Filipino. Este banco le concedió a las Filipinas también el poder de imprimir una moneda filipina específica (el peso filipino), por primera vez.

España invirtió, fuertemente, en educación e infraestructura. A través del Decreto de Educación del 20 de diciembre de 1863, la reina Isabel II decretó el establecimiento de un sistema escolar público y gratuito que utiliza el español como lengua de enseñanza, dando lugar a un número creciente de criollos educados.

Los españoles y habitantes de las Indias Orientales Españolas se vieron en el siglo XIX como un modelo de gobierno colonial que, efectivamente, ponía los intereses de los habitantes originarios de las islas, antes de los del poder colonial.



Armada española e industria naval


La Armada es la rama marítima de las Fuerzas Armadas españolas. Es una de las fuerzas navales en actividad más antiguas del mundo. Su comienzo data de los últimos años del siglo XV y primeros del siglo XVI, cuando los grandes reinos hispánicos de Castilla y Aragón se unieron bajo los Reyes Católicos.

La Armada española ha tenido un papel determinante en la historia de España, particularmente en los ámbitos logístico y defensivo durante la época del Imperio español. A pesar de la errónea noción de que España empezó a perder su supremacía naval mundial tras la derrota de la Grande y Felicísima Armada de 1588, falacia difundida esencialmente por la historiografía inglesa o anglófila, es un hecho demostrado que el poder naval español no solo no disminuyó entonces, sino que perduró hasta el XIX, lo cual permitió a España mantener la comunicación con sus provincias y territorios de Ultramar mediante sus Flotas de Indias (América) y el Galeón de Manila (Filipinas).

Hoy en día la Armada española es una de las más importantes del mundo, y una de las nueve únicas fuerzas navales del planeta capaces de proyectar un nivel importante de fuerza en su propio hemisferio. 

En lo que se refiere a la contrucción de productos de la industria naval, actualmente destacamos nichos como la construcción de pesqueros, siendo tercera potencia mundial; remolcadores (segundo país de la unión europea), dragas (tercero del mundo) y offshore o los oceanográficos (segundo del mundo).  Navantia, empresa de propiedad estatal, es el quinto constructor naval más grande de Europa y el noveno más grande del mundo con astilleros en todo el mundo. Navantia diseña, construye y da soporte a todo tipo de buques de superficie, submarinos y sistemas. Además, se está expandiendo a nuevos mercados diversificando su productos, como son las energías renovables, la industria offshore y todo tipo de servicios que requiere la industria naval.


HITOS HISTÓRICOS:

  • La Armada, heredera de las marinas de Castilla y Aragón, es una de las más antiguas del mundo.
  • La primera en tener reglamentos y normas para cada buque de guerra que daban unidad al funcionamiento de la flota.
  • La que hizo posible el descubrimiento de América en 1492.
  • La creadora del concepto moderno de convoy naval (Flota de Indias), en el siglo XVI.
  • La primera en circunnavegar la Tierra: Expedición de Magallanes-Elcano (1519-1522).
  • La descubridora de la ruta transpacífica entre Asia y América: el Tornaviaje de Andrés de Urdaneta en 1565, y el establecimiento del Galeón de Manila.
  • La creadora de la primera ruta comercial de escala mundial (entre Cádiz y Manila): la Flota de Indias en el Atlántico, y el Galeón de Manila en el Pacífico.
  • La creadora y la primera en utilizar la infantería de marina (1537).
  • La primera en utilizar fragatas, a finales del siglo XVI durante la guerra de los Ochenta Años.
  • La creadora y primera en utilizar la lancha cañonera (Antonio Barceló en 1779).
  • Primera vuelta al mundo por parte de un navío blindado llevado a cabo por la fragata blindada Numancia (1865-1867).
  • La primera en contar con un destructor en servicio (1887). El Destructor, que dio nombre a toda una saga, fue diseñado por el oficial naval español Fernando Villaamil en 1885.
  • La primera en disponer de un submarino torpedero inventado por Isaac Peral en 1888 (el submarino Peral).
  • Creadora del concepto moderno de desembarco anfibio (con carros de combate y un mando unificado para las fuerzas navales, terrestres y aéreas) puesto en práctica en el desembarco de Alhucemas, resultando un éxito absoluto y poniendo fin a la guerra del Rif (1925). 
  • La primera armada del mundo en utilizar aviones de despegue vertical, en concreto el Harrier AV-8A «Matador» en portaaviones


Vista lateral del navío de línea Santísima Trinidad (1769), con sus cuatro puentes y 140 cañones fue apodado «El Escorial de los mares». Fue el buque insignia de la escuadra española responsable del apresamiento de 52 buques británicos el 9 de agosto de 1780.
Vista lateral del navío de línea Santísima Trinidad (1769), con sus cuatro puentes y 140 cañones fue apodado «El Escorial de los mares». Fue el buque insignia de la escuadra española responsable del apresamiento de 52 buques británicos el 9 de agosto de 1780.

Ejército de tierra, Ejército del Aire y del Espacio e industria militar

La historia del Ejército de Tierra de España —una de las más dilatadas entre los ejércitos contemporáneos— abarca al menos cinco siglos, durante los cuales sus unidades combatieron a lo largo y ancho de Europa, de América del Norte, del Centro y del Sur, de África y de Asia. Durante los inicios de su dilatada historia, el Ejército español desarrolló conceptos innovadores de combate y organización que le permitieron por un tiempo ser la fuerza terrestre dominante tanto en Europa como en América. La guerra de la Independencia inició un periodo de infructuosas guerras fratricidas y coloniales y de intervención del Ejército en la política, que no terminó hasta la restauración democrática al final del siglo xx. Desde entonces el Ejército se ha modernizado, recuperando su misión fundamental de defensa frente a las agresiones exteriores, y participando en misiones internacionales de seguridad en cooperación con otras naciones amigas. 

El Ejército del Aire y del Espacio Español vive un proceso de grandes cambios con el objetivo de ser un Ejército cuantitativamente reducido, muy tecnificado y con unos medios técnicos de gran calidad. 

España tiene una próspera industria militar y acceso a tecnología de vanguardia: sus proveedores son principalmente de ámbito nacional y europeo, aunque también estadounidenses. La industria militar española tiene capacidad para desarrollar y fabricar soluciones tecnológicas avanzadas a través de empresas con proyección global como Airbus —sector aeroespacial—, Navantia —empresa pública de construcción naval—, Santa Bárbara, ITP o Indra, compañías donde el Estado español tiene una notable influencia.​ En la década de 2010, este sector vivió un notable auge que convirtió a España en el séptimo mayor exportador de armamento del mundo en 2020,​ al haber triplicado el valor de sus exportaciones militares en la última década. 



Tercio


Un tercio era una unidad militar de infantería del Ejército español durante la época de la Casa de Austria, compuesta de un número variable de compañías, con un militar con título de maestre de campo al mando, y unos capitanes comandando cada compañía. 

Los tercios españoles fueron un paso crucial en la formación de los ejércitos europeos modernos, entendidos como formados por voluntarios profesionales, en lugar de mercenarios contratados como se usaba en otros países europeos de la época y pueden ser consideradas las primeras estructuras de un ejército moderno permanente. Durante 150 años los tercios españoles fueron las mejores unidades militares del mundo.

La estructura militar española, innovada por los Reyes Católicos en la conquista de Granada y por el Gran Capitán en sus campañas en Italia, va a desarrollar unos cambios organizativos, tácticos y armamentísticos, que van a ser la base para la creación de los tercios. La eficacia del combate de la infantería de ordenanza de los Reyes Católicos estuvo basada en un sistema de armamento que unía el arma blanca (pica y espada) con el potencial del arma de fuego - en principio, el mosquete, para pasar luego al arcabuz. A esto habria que añadir la gran movilidad de sus tropas.

La mayor parte del Ejército de Flandes se desplazó por el Camino Español, realizando una hazaña logística asombrosa para su tiempo.

La Infantería de Marina tiene su origen en los Tercios Viejos, unidades de infantería inicialmente destinada a ir embarcada en navíos, cosa que se hacía de forma temporal para realizar campañas o combates específicos. La diferencia surge cuando se decide que estas tropas debían tener una dedicación exclusiva a la guerra naval. Fue creada por Carlos I el 27 de febrero de 1537 al asignar de forma permanente a las escuadras de galeras del Mediterráneo las compañías viejas del mar de Nápoles y es la infantería de marina más antigua del mundo. Sin embargo, fue Felipe II el que creó el concepto actual de Fuerza de desembarco. 



El castellano


La historia del idioma castellano comienza con el latín vulgar del Imperio romano, concretamente con el de la zona central de Hispania.  

En 1492 el sevillano Antonio de Nebrija publicó en Salamanca su Grammatica, primer tratado de gramática de la lengua española, y también primero publicado «en molde» de una lengua europea moderna. El primer libro impreso en español había aparecido hacia 1472. 

La colonización de América, iniciada en el siglo XVI expandió el español por la mayor parte del continente americano, tomando préstamos que enriquecieron su vocabulario de idiomas nativos como el náhuatl o el quechua, lenguas sobre las que también tuvo un notable impacto. Tras conseguir la independencia los nuevos estados americanos iniciaron procesos de unificación lingüística que terminaron de extender el idioma español a través de todo ese continente, desde California hasta Tierra del Fuego. 

Muy pocos pueblos americanos inventaron escrituras para sus lenguas antes del siglo XVI. Tras la llegada de los españoles, muchas lenguas comenzaron a ser escritas. Los misioneros españoles documentaron y aprendieron a hablar un número considerable de idiomas indígenas. También desde muy temprano, en pleno siglo XVI, escribieron métodos para aprenderlas. En 1536 en México,  el obispo Juan de Zumárraga fue el que trajo la primera prensa al Nuevo Mundo. Los primeros libros que allí se imprimieron tenían por objeto hacer inteligibles los dialectos indios y en pocos años ya había una escuela de importantes autores indios que serían de gran ayuda para comprender la verdadera historia de América. A lo largo de los siglos XVII y XVIII surgen infinidad de publicaciones periódicas públicas y privadas en español.

Hay 589 millones de hablantes de español. Es la segunda lengua del mundo por el número de personas que la hablan como lengua materna tras el chino mandarín. 480 millones lo hablan con dominio nativo como primera o segunda lengua, el resto lo habla con competencia limitada entre los que hay 22 millones de estudiantes.  El español o castellano es la lengua oficial de diecinueve países en América, además de España y Guinea Ecuatorial, y tiene un cierto grado de oficialidad en Filipinas, y en el Sahara Occidental (país no reconocido internacionalmente), pero sus hablantes se distribuyen por los cinco continentes. Es la tercera lengua más utilizada en Internet y la segunda en publicación de textos científicos.


Leyes de Indias


Las Leyes de Indias son la legislación promulgada por los monarcas españoles para regular la vida social, política y económica de los territorios americanos y filipinos de ultramar de la Monarquía Hispánica.

Fundamentalmente, son la recopilación de las Leyes de Burgos y las Leyes Nuevas, las cuales trataban de otorgar derechos a los indígenas frente a algunos abusos que se estaban cometiendo.

Las leyes de Burgos u Ordenanzas para el tratamiento de los Indios fueron las primeras leyes que la Monarquía Hispánica dictó para su aplicación en las Indias o el Nuevo Mundo o América en las que abolió la esclavitud indígena y organizó su conquista, que fueron firmadas por el Rey Católico Fernando II, el 27 de diciembre de 1512, en la ciudad de Burgos, para el gobierno de los naturales, indios o indígenas y que fueron el resultado de la primera junta de teólogos y juristas, en donde se discutió y se concluyó -continuándose la tradición medieval que priorizó la evangelización del indio y que ese bien superior justificaba otros posibles males- que el Rey de España tenía justos títulos de dominio del continente americano y que el indio tenía la naturaleza jurídica de hombre libre con todos los derechos de propiedad, que no podía ser explotado pero como súbdito debía trabajar a favor de la corona -a través de los españoles allí asentados- para lo que fueron creadas dos instituciones indianas: el requerimiento y la encomienda. Se consideran como la precursora de la declaración de los Derechos Humanos y del Derecho internacional.

Las Leyes Nuevas son un conjunto legislativo promulgado el 20 de noviembre de 1542 que pretendía mejorar las condiciones de los indígenas de la América española, fundamentalmente a través de la revisión del sistema de la encomienda y brindando una serie de derechos a los indígenas para que vivan en una condición mejor donde queda consignado que:

+ No se asignarán nuevas encomiendas, y las ya existentes habrán de morir necesariamente con sus titulares. 

+ Quedan suprimidas aquellas encomiendas que obraban a favor de miembros del clero, de funcionarios públicos, o de personas sin título de conquista. 

+ Se limita considerablemente el importe de los tributos que habían de satisfacer los encomendados. 

+ Es abolida definitivamente cualquier forma de esclavitud que pudiese quedar, así como cualquier otra categoría de trabajo forzoso. 

La Junta de Valladolid, célebre debate que tuvo lugar en 1550 y 1551  sirvió para actualizar las Leyes de Indias y crear la figura del "protector de indios". Las conquistas se frenaron, regulándose de tal forma que, en teoría, sólo a los religiosos les estaba permitido avanzar en territorios vírgenes. Una vez que hubieran convenido con la población indígena las bases del asentamiento, se adentrarían más tarde las fuerzas militares, seguidas por los civiles. Las ordenanzas de Felipe II (1573) llegaron a prohibir hacer nuevas "conquistas". Se ha destacado lo históricamente inusual que son tales escrúpulos en la concepción de un Imperio.

Jurídicamente hablando, las Indias nunca fueron colonias de España. De hecho, la expresión "Colonia" no apareció hasta fines del siglo XVIII por influencia francesa. Nunca se habló de las Indias como colonias, ni en el período de los Reyes Católicos ni durante los reinados de la dinastía Habsburgo. Se hablaba de los "Reinos de Ultramar", "de aquellos y estos Reinos", etc., dando a las Indias idéntica calidad, jerarquía, cultura y personalidad que el Reino de Castilla. Tanto es así que los Reyes crearon un órgano de la misma importancia que el Gran Consejo de Castilla, que es el Real y Supremo Consejo de Indias. 

La inquisición sin embargo, desde la creación de los tribunales americanos, nunca tuvo jurisdicción sobre los indígenas. El rey de España ordenaba "que los inquisidores nunca procediesen contra los indios, sino contra los cristianos viejos y sus descendientes y las otras personas contra quien en estos reinos de España se suele proceder" 


DERECHO INDIANO:


Los "descubridores" de Europa –excepto los españoles– consideraron a los indígenas como seres sin razón jurídica:


Evangelización en América

La evangelización en América fue la conversión al cristianismo y educación en la fe cristiana que realizaron misioneros católicos, la misma fue promovida y organizada por los reyes de España, mediante una concesión del papa expresada en varias bulas. Desde que los Reyes Católicos toman conocimiento del descubrimiento del Nuevo Mundo, a la Corona española se le conceden diversas concesiones, que les reconocen los derechos sobre las tierras descubiertas y sus habitantes, mediante una donación del papa. El papa procedió a repartir América entre España y Portugal. De esta manera, a partir de 1493 emitieron las bulas mediante las cuales les concedieron los territorios, les encargaron la evangelización de los habitantes indígenas que en ellos moraban, prohibiendo que fueran esclavizados a la vez que determinaron ciertos derechos y obligaciones de la Corona. De esta manera, la Corona española pasó a adquirir una serie de derechos que anteriormente eran exclusivos de la Iglesia católica, tales como: organizar la presencia de la Iglesia en los territorios de América, cobrar el diezmo, organizar la distribución y presencia de misioneros, decidir en cuanto a la ubicación y oportunidad de construir iglesias y catedrales, presentar posibles candidatos para cargos eclesiásticos.

Las primeras órdenes religiosas que comienzan a operar en el continente americano se destacan la de los dominicos y la de los franciscanos.​ Al mismo tiempo, prácticamente que los franciscanos, llegan al continente los mercedarios. Más tarde, la Orden de San Agustín y la Compañía de Jesús (jesuitas). Hacia el siglo XVIII los franciscanos tenían distribuidas por América unas treinta y dos misiones, en las que alojaban unas nueve mil personas. 

Cabe destacar que a diferencia de españoles, las demás naciones europeas no procuraron evangelizar ni civilizar en el sentido positivo a los indígenas, ni construyendo infraestructura: villas, pueblos, ciudades, caminos, conventos e iglesias, sino que se enfocaron a comerciar con los indígenas, creando para ello puestos comerciales y factorías, especialmente desarrollando el trueque de objetos europeos por pieles de todo tipo de animales, causando una de las primeras catástrofes ecológicas del mundo moderno.


LAS MISIONES:


Se llaman pueblos de misión a los fundados por misioneros de diversas congregaciones (dominicos, franciscanos, capuchinos, jesuitas y otras) con población mayoritariamente indígena durante la época colonial en América. Los misioneros se establecían en una zona y trataban de atraer a los indígenas quienes podían llegar a construir viviendas sólidas y pueblos de acuerdo con las especificaciones dictadas en las ordenanzas de Felipe II del siglo XVI.  Centenares y hasta miles de poblaciones surgieron de esta manera en todo el continente americano. Muchas de estas poblaciones se iniciaban con la labor evangelizadora de los misioneros y después llegaban colonos, pobladores procedentes de la península ibérica, de las islas Canarias o de las ciudades pioneras que se fundaron en los primeros tiempos. En un principio eran enviados a las zonas más remotas del continente y dejaban sentadas las bases para el establecimiento de la vida colonial hispanoamericana, con el desarrollo de la industria y construcción, la agricultura, la difusión de la ganadería (desconocida en América), y la introducción de plantas de cultivo (naranjos, dátiles, almendros, etc.). Un ejemplo de estas tecnologías es la metalurgia del hierro gracias al establecimiento de las forjas catalanas, de las que quedan restos a lo largo del Camino Real de California.


Arquitectura virreinal

Representa la influencia virreinal española en las ciudades y pueblos del Nuevo Mundo y de las Indias Orientales. En España, cuando el descubrimiento de América, estaba en boga el espíritu y el arte renacentista. Desde entonces, la corriente colonizadora será el vehículo para el trasplante y acompasamiento del arte occidental europeo a América, que en poco tiempo, con el contacto con las culturas indígenas, producirá un mestizaje artístico lleno de matices y novedades. Y ese acompañamiento de los estilos artísticos europeos - americanos, también desembocará en el rico barroco hispanoamericano, caracterizado sobre todo por los porches y las entradas muy ornamentadas, que en Nueva España tomará una dirección, en parte diferenciada con el denominado barroco novohispano, y que se distinguirá desde el principio del barroco español en el que se inspira. 

La impresionante fundación de ciudades, en tan poco espacio de tiempo, se debió a la expansión y dinámica de la propia conquista, tanto desde un punto de vista militar (aprovisionamiento, cadena de comunicaciones, base para futuras exploraciones), político (centros administrativos), económico (reparto de tierras, comercio) o social (contacto entre colonos y nativos, adoctrinamiento social y religioso). Hacia 1575 el Consejo de Indias realizó un inventario y reconocimiento de los dominios donde constaba la importante emigración hacia «Las Indias», de alrededor de 100.000 españoles hasta el momento, lo que facilitó la fundación de las más de 500 ciudades en el conjunto de los territorios indianos.

Aunque no puede decirse que haya un modelo de ciudad que se repita sistemáticamente, al menos, existen unas características comunes que llevan a considerar la forma en que se construyeron las ciudades virreinales españolas. Consta de un trazado geométrico, a cordel, en torno a una plaza mayor, que sería el corazón y centro geométrico y simbólico de la ciudad, y en su perímetro estarían los edificios de poder como el palacio colonial o equivalente, cabildo, catedral o equivalente y palacio de justicia. Allí se celebraban las fiestas y el mercado. En las calles que la rodean, estarían las residencias de los principales funcionarios civiles y religiosos, como los conquistadores y oficiales reales y los vecinos más importantes de la ciudad.​ Los principales negocios también se ubican en torno a este zona central. 

Las nuevas iglesias y complejos misioneros, buscaban maximizar su efecto en términos de posición y dominio de los edificios o el paisaje circundantes. En el período inicial, había tantos neófitos indígenas que asistían a misa que solo podía hacerse fuera de la iglesia, por lo que se construyeron grandes atrios al aire libre, y ante capillas abiertas.

El tipo de vivienda de los colonos acomodados de algunas ciudades, durante el siglo xvi, se estructuraba, en general, en torno a un patio principal y otro de servicios.  Las portadas siguen siendo importantes y se abren vanos al exterior. Puede haber balcones de madera, que vendrán a ser una de las características de la arquitectura civil colonial. 

La primera fundación hospitalaria fue el Hospital San Nicolás de Bari, en Santo Domingo, hecha por el gobernador Nicolás de Ovando entre 1502 y 1509.

La institución del cabildo fue muy importante en la organización y gobierno de las ciudades, elemento fundamental de las estructuras políticas de los virreinatos.

Los centros de estudio y universidades, muy similares a las que existían en Castilla y acordes a los sistemas europeos de la época, se propagaron rápidamente por la América hispana, Los conventos de las órdenes religiosas y los seminarios diocesanos fueron en un primer momento los lugares de enseñanza.

La arquitectura colonial española en Filipinas se debió adaptar específicamente al cálido clima tropical del nuevo territorio del Lejano Oriente. Dado que desde 1565 se conocía el camino de navegación de ida y vuelta entre la bahía de Manila y Acapulco, en la costa del Pacífico de Nueva España, Manila pronto se convertiría en el principal puerto español de comercio con el Sudeste Asiático y, especialmente, con China. Esta conexión América -China se efectuaba a través del denominado Galeón de Manila. A través de estas interconexiones, la arquitectura colonial española se transformó en un estilo característico filipino. El Barroco de terremotos es un estilo de arquitectura barroca que se encuentra en Filipinas, y que se ha llamado así porque cuando los edificios barrocos sufrieron terremotos que los dañaron gravemente durante los siglos xvii y xviii, ya fueran grandes edificios públicos o iglesias, fueron reconstruidos con el propio estilo barroco colonial español, aunque con unas proporciones más robustas para resistir los seísmos. Así, las iglesias se han reconstruido más bajas y anchas. Los muros laterales se han hecho más gruesos y reforzados con contrafuertes para tener una mayor estabilidad durante el seísmo. Las estructuras superiores se han realizado con materiales más ligeros.

Hacia 1550 ciertos puertos estratégicos se habían convertido en enclaves fortificados: Santo Domingo, Hispaniola, y San Juan, Puerto Rico (centros del poder español en las islas del Caribe); Cartagena (guardián del norte de América del Sur e incursiones por la zona del istmo de Panamá); Nombre de Dios y posteriormente Portobelo en el istmo;​ San Juan de Ulúa en Veracruz (punto clave y ingreso a México); y La Habana (centro estratégico y punto de encuentro de los grupos de barcos para emprender su viaje de regreso a España). También se construyeron otras fortificaciones secundarias en Yucatán, Florida, América Central, Venezuela y las islas para desalentar a los atacantes y colonos extranjeros. En el Caribe y el Golfo de México, la construcción de construcciones colosales diseñadas por ingenieros militares españoles e italianos incorporaban cambios arquitectónicos revolucionarios derivados de los avances en Europa.



La esclavitud en las indias


De entre las potencias colonizadoras, España fue posiblemente la menos esclavista como consecuencia de la firma del Tratado de Tordesillas en 1494, que impedía el transporte de esclavos desde África, entre otros límites al comercio. Tratados posteriores, como por ejemplo el firmado en 1713 con Inglaterra cedían la totalidad del comercio de esclavos de raza negra a otras potencias. Como consecuencia directa de esta política, en las regiones conquistadas por España apenas existieron negros. Mientras los españoles trataron de integrar a la población local y convertirla al cristianismo, los ingleses y franceses los exterminaban y repoblaban sus colonias con esclavos traídos de África. Precisamente, los movimientos independentistas contra la corona española en grandes áreas de Hispanoamérica comenzaron con las quejas de grandes hacendados que no podían competir comercialmente con los hacendados de territorios que no formaban parte de la América española, ya que estos últimos sí disponían de abundante mano de obra fuerte y barata. Además, una monarquía paternalista había producido una profusa legislación en favor de los indígenas.

Como solución a la tesorería española, en 1528 Carlos V decidió iniciar un sistema de concesión de las minas de la Provincia de Venezuela a banqueros alemanes de la casa Welser de Augsburgo a cambio de las rentas que estas minas produjeran. Una vez enterado Carlos V del trato que estos daban a los indígenas, rescindió el arrendamiento, incluso a costa de tener que renunciar a tan suculentas rentas. 

La jornada laboral de 8 horas tiene su origen en 1593 cuando Felipe II estableció, por un Edicto Real: «Todos los obreros de las fortificaciones y las fábricas trabajarán ocho horas al día, cuatro por la mañana y cuatro por la tarde; las horas serán distribuidas por los ingenieros según el tiempo más conveniente, para evitar a los obreros el ardor del sol y permitirles el cuidar de su salud y su conservación, sin que falten a sus deberes» (Ley VI de la Ordenanza de Instrucción de 1593).

Estas mismas condiciones laborales se aplicaron también a los indígenas americanos, que contaban con una legislación propia y se organizaban en «repúblicas de indios» donde elegían ellos a sus alcaldes, excepto aquellos que trabajaban en las minas, cuya jornada se reducía a siete horas.

Felipe II siguió realizando avances en materias de derechos: «Yo he sido informado que los delitos que los españoles cometen contra los indios no se castigan con el rigor que se hacen los de unos españoles contra otros (...) os mando por ello que de aquí en adelante castiguéis con mayor rigor a los españoles que injuriaren, ofendieren o maltrataren a los indios, que si los mismos delitos se cometieses contra los españoles».  

A veces empresarios sin escrúpulos raptaban indios para hacerlos trabajar como esclavos. Cuando las autoridades provinciales se enteraban lo castigaban y liberaban a los indios. 

En 1591 la Corona emitió un decreto y una carta a Luis de Velasco, virrey de Nueva España, que sentó base legal para crear una agencia específica de defensa de los nativos en las colonias. La oficina pasó a estar presidida por un abogado general y un consultor para los procesos en los que los nativos estuviesen implicados.  

Los indígenas en la época del virreinato tenían tierras comunales, cuyos títulos de propiedad estaban firmados por el Rey de España que luego perdieron tras las independencias. Con la independencia, la América hispana simplemente dejó de existir.  El conjunto de medidas de ayuda militar, políticas y diplomáticas que parten desde el Reino Unido y sus colonias, a favor de los insurgentes o revolucionarios, contra los dominios españoles en América fue realizada tanto por particulares, amparados por el estado británico, como por su gobierno y representantes. Trabajaron intensamente para que fueran naciones fragmentadas y enfrentadas, 16 províncias de lo que había sido una gran unidad, con una industria completamente desmantelada y con una deuda con los ingleses que no se pudo acabar de pagar, debido a los grandes intereses, hasta mediados del siglo XX. El autoritarismo se constituyó como la forma de gobierno predominante, donde gran parte de la población ha sido excluida y marginada y donde el estudio e inversión en ciencia es ínfimo.


CAUSAS Y CONSECUENCIAS SOBRE EL PARADIGMA DE LA LEYENDA NEGRA:


"Por leyenda negra entendemos el ambiente creado por los fantásticos relatos que acerca de nuestra Patria han visto la luz pública en casi todos los países; las descripciones grotescas que se han hecho siempre del carácter de los españoles como individuos y como colectividad; la negación, o por lo menos, la ignorancia sistemática de cuanto nos es favorable y honroso en las diversas manifestaciones de la cultura y del arte; las acusaciones que en todo tiempo se han lanzado contra España, fundándose para ello en hechos exagerados, mal interpretados o falsos en su totalidad… En una palabra, entendemos por leyenda negra, la leyenda de la España inquisitorial, ignorante, fanática, incapaz de figurar entre los pueblos cultos, lo mismo ahora que antes, dispuesta siempre a las represiones violentas; enemiga del progreso y de las innovaciones; en otros términos, la leyenda que, habiéndose empezado a difundir en el siglo XVI, a raíz de la Reforma, no ha dejado de utilizarse en contra nuestra desde entonces, y más especialmente en momentos críticos de nuestra vida nacional" - Julián Juderías.

Estos estereotipos generados por la denominada leyenda negra, han generado una afectación en la autoestima de algunos españoles, porque se sienten avergonzados de ese pasado histórico que muestra a los españoles como unos malhechores, cuyas gestas tienen una connotación oscurantista y perjudicial contra los pueblos de América que fueron sus colonias. La opinión pública de América latina, todavía se está cuestionando las acciones de los españoles y no se mide con el mismo rasero a otros Estados con influencia histórica en América. Las valoraciones que desdeñan la historia de España, no es más que una guerra de la propaganda con el fin de lograr su descalificación moral y cuya supremacía hay que combatir por todos los medios presentando a los nórdicos como los buenos de la película, y a los españoles como los villanos. Esto es un asunto que se debe resolver desde el ámbito académico, con bibliografía, exposiciones y debates que demuestren las certezas o las falsedades. Lo que no se puede negar es el exterminio humano que genera la ocupación violenta de un territorio y los vejámenes que padecen las sociedades que se resisten al dominio territorial. La importancia de las Leyes de Indias radica en que tratan de suavizar el rigor de decisiones administrativas y la usanza común, que afectaban la integridad física de los indígenas, llevándolos en algunos casos a la muerte. A través de estas leyes se concibe al indígena como una persona susceptible de derechos, aunque sea en un estado servil, facilitaba que las condiciones de trabajo se ejercieran en un ámbito de derechos mínimos, cuyo plus radicaba en el no maltrato. Todo ello implicaba que la utilidad de la mano de obra, privilegiaba el éxito de la productividad, que en últimas, constituía el interés supremo de la Corona española.


El mestizaje


A diferencia de otros colonizadores como los ingleses, que no admitían el mestizaje por considerar impuras otras razas que no fuesen la suya, en las colonias españolas se realizaron matrimonios mixtos a partir de 1514 bajo la cobertura legal de la Real Cédula de Fernando el Católico. Esta asimilación indígena explica la temprana exportación de todas las instituciones propias del Estado renacentista español en una autentica red de ciudades planificadas donde el acceso a las carreras eclesiástica, militar, intelectual y política sin exclusión por clase, no encuentra parangón en los imperios europeos coetáneos. 

Se puede observar en la pintura de castas la variedad de combinaciones de mestizaje que convivieron en América durante la colonia. Incluso hubo virreyes criollos en el siglo XVIII. Hoy en día, gracias al mestizaje, la población de los países hispanoamericanos comparte antepasados indígenas, europeos y africanos, en diversos grados. 









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